Nuestros sistemas socioeconómicos han crecido demasiado en relación con el medio que los contiene, alterando hasta los grandes ciclos naturales, degradando o destruyendo muchos ecosistemas y causando gran mortandad animal, vegetal y un profundo deterioro de la vida humana. La mayor responsabilidad concierne al capitalismo de los países enriquecidos y a sus élites económicas, cuyo modelo de producción y consumo no es generalizable a todos los países del mundo, sin exceder irreparablemente la ya superada capacidad de carga del planeta, ni responde a una lógica que tenga en cuenta las verdaderas necesidades humanas. Ese mismo sistema arroja a muchas personas a vivir en condiciones de pobreza y miseria. Urge un cambio profundo en nuestras formas de trabajar, producir y consumir: la reconstrucción de las sociedades para adaptarse a los límites de los ecosistemas sin perder de vista la solidaridad y la equidad. No es posible la expansión material indefinida en un sistema finito de recursos y sumideros como es la biosfera que habitamos, ni resulta sostenible el tipo de «globalización» económica que impulsa el actual modelo capitalista.
Y no solo basta con tapar los malos olores: la limpieza y la ventilación son fundamentales. A primera hora de la mañana conviene abrir las ventanas para ventilar el hogar. Ventila: Suena obvio, pero no siempre nos acordamos de ventilar todas las estancias de la casa. Con abrir las ventanas durante diez minutos cada fecha para que corra el aire y se renueve, es suficiente. Los lavavajillas son una fuentes de malos olores. Lo mismo ocurre con el lavavajillas y la nevera. En el primer caso, hay que enjuagar bien los platos antes de colocarlos y, si se perciben olores desagradables, hacer un lavado en vacío con vinagre y un poco de bicarbonato. Con la nevera, nada mejor que una limpieza cada tres meses usando un borrador impregnado en vinagre.
Leishmaniosis Medidas que debemos adoptar respecto a los animales Si nos vamos de caza o pesca sólo debemos aferrar los animales que necesitemos. Debemos admirar los periodos de reproducción de los animales que cazamos. Matar iguanas, lagartos y otras especies de este tipo no nos beneficia ya que estos animales comen multitud de insectos. No debemos dejar a las vacas, cerdos, gallinas, etc… que se acerquen a los alrededores de los pozos y manantiales para beber o bañarse.
Bebedero de la imagen, Getty Images Abecé de foto, La investigación muestra que los espacios verdes son buenos para los habitantes de las ciudades, una buena noticia para los residentes de Wellington, Nueva Zelanda. El tiempo que pasamos en la naturaleza ha sido vinculado con la reducción de los niveles de estrés. Y aunque los investigadores todavía intentan dilucidar el porqué, aunque ya cuentan con algunas hipótesis. De hecho, quienes viven en una ciudad también suelen ser menos obesos, presentar un menor riesgo de haraquiri y menos probabilidades de morir en un accidente. Los problemas del órbita Efectivamente, si bien solemos asociar la contaminación, el crimen y el estrés a las urbes, la vida en el campo también tiene sus desventajas. Y hay lugares donde el órbita registra una contaminación que supone un peligro mayor que la de la ciudad. En India, por ejemplo, la contaminación en el aire contribuyó a la muerte de 1,1 millones de personas en
Se trata de un apoyo mutuo que puede impactar positivamente en el viajante, en los lugareños, pero muchas veces este impacto puede ser muy adverso para el medio ambiente del acaso. Por eso es indispensable viajar de manera inteligente, responsable y sustentable. Una manera de hacerlo es mediante el ecoturismo, una tendencia que invita a realizar un turismo de manera responsable con el planeta y con las comunidades que se encuentran en máximo contacto con su naturaleza. Se requiere el apoyo del viajero para proseguir fomentando el cuidado hacia el aire ambiente. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN ofrece 10 consejos para los turistas que les gusta viajar y a la vez proteger el medio ambiente. Cristina Gallego Consejos para el ecoturista 1. Viaja ligero, limita tu equipaje. Antiguamente de viajar, aprende tanto como sea posible acerca de tu destino. Utiliza operadores turísticos locales de buena gloria, preferiblemente aquellos que contribuyen a la conservación ellos mismos.