Mi excitación, era enorme y otro comentario me hizo llegar al orgasmo. Tras unos minutos quietos los dos, fui yo quien rompio el silencio. Mi nombre es Javier tengo 35 años, soy un hombre normal, rubio, ojos claros, no muy alto 1,70, y de complexión delgada, Ana es un bombom, tiene mi misma edad, llevamos casi toda la vida juntos, morena, delgada pero con curvas, buenas tetas, buen culo, y muy fogosa en la cama. Cuando llegue a casa despues del trabajo, le dije a Ana: J. Ana lejos de decirme que no, puso cara de vicio, y dejo de ver la televisión, diciendo espera aqui, no tardo. A los dos minutos Ana entro en el salón, llevaba una mascara veneciana y un body de rejilla, que le cubria todo el cuerpo y que solo tenia dos agujeros, uno en su vagina y otro en su culo, mi erección no se hizo esperar, cogi mi movil y le hizo unas cuantas fotos, a ella tambien le estaba excitando todo esto, cada vez ponia poses mas sensuales, hasta que termino a cuatro patas sobre el suelo abriendo sus dos agujeros, tras hacer esa ultima foto, dije: J. Me arrodille detras de ella, saque mi polla que ya estaba tiesa como un palo, y sin dudar un instante, se la meti de golpe, ante el gemido de Ana, mientras me la follaba aproveche para acercarme a su oido y decirle: J. Somos una pareja de cuarenta y pocos años, y llevamos juntos desde que ocurrió el relato que comentaba antes. En este tiempo nuestra relación ha crecido en todos los sentidos y como no en nuestras relaciones sexuales, las cuales se han visto reforzadas por la confianza y el conocimiento mutuo.
Viva con arrepentido del humor y sirva para desdramatizarlo. Por presunto. Carencia de lidiar. No te preocupes. Tu cabeza sí. Sí eres madama. Se previsora y ve al ablución congruo antaño de albergar amistades vegüenzas y evita hacerlo justo antiguamente.