Cuando se trata de poemas cortos puedo hacerlos en bares, a cualquier hora, con o sin ruido. Incluso, para mi primer libro —que todavía estaba lejos de serlo—, cuando era estudiante y no tenía casa ni horarios muy definidos, escribí un poema en el parque de un hotel de las sierras donde se desarrollaba un típico congreso de literatura. Era de noche, sólo tenía un papelito, el dorso de un volante publicitario, y escribí el poema debajo de un farol mortecino. Me gustó el resultado. Pero era una situación irrepetible. Ahora escribo casi siempre en mi casa, cuando hay tiempo a la mañana o a la siesta, nunca de noche.
Capítulo 1 - La Teletransportación[] Era un dia como cualquier otro, en un momento que Guerrero jugaba Terraria. Y, misteriosamente, le aparecio un monstruo en el Carmesí, el cual su aspecto era como un humano absolutamente bruno. Guerrero - Que es eso? La cosa se quedaba quieta, sin actuar algun tipo de movimiento. Guerrero - A ver, voy a tratar de matarlo Ojala me dropee algo que me sirva para matar a todos en PVP No puedes Guerrero - Quien sos???
El que escribe estos versos atraviesa ese océano de vértigo, de borrascas. La nave que la guía va sin rumbo fijo. El cuerpo también es el alma, esa nave agitada por tormentas y sacudones. Depositario del ambición, el cuerpo es la casa que desea ser habitada. La desolación, el dolor de saberse terrible en el recuerdo. El poema, expresión del desgarramiento.
